Los dientes de leche son más importante de lo que crees. No sólo ayudan a que tu pequeño pueda masticar, hablar y sonreír, también guardan el espacio en las mandíbulas para que salgan los dientes definitivos que crecen debajo de las encías.
Si uno o varios dientes de leche se pierden antes de tiempo pueden pasar dos cosas principalmente: por un lado, los dientes definitivos ya no tienen un riel asegurado, por lo que se pueden desviar, provocando dientes apiñados. Por otro lado, si para el momento en que se pierde el diente de leche los dientes definitivos todavía no están formados, entonces puede ocurrir que el hueso se cierre, haciendo más difícil la salida de los dientes permanentes.
Existen alternativas para evitar este tipo de problemas. Por ejemplo, utilizando un mantenedor de espacio. Un «aparato» sencillo cuyo objetivo es tal y como dice su nombre, hacer el trabajo del diente de leche y guardar el espacio para el diente definitivo.
En cualquier caso, sea que el diente esté muy picado por la caries u otra razón, es importante que tengas en cuenta que la exodoncia es siempre la última opción. Nuestra recomendación es que busques otra opinión antes de elegirla. A pesar de la sencillez del <
Si tienes preguntas, no dudes en consultarnos. Y si temes que tu hijo lo va a pasar mal en la consulta, te invitamos a leer estos tips para preparar la visita al dentista.
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