jeje! Nos podemos imaginar tu expresión al ver el titular: ¡qué locura! ¿Cómo se le van a poner brackets a un bebé que ni siquiera tiene sus primeros dientes? Sobre todo, ¡a bebés prematuros! La respuesta es sencilla: la ortodoncia para bebé no tiene nada que ver con los brackets.
La ortodoncia hace tiempo que ha dejado de ser sinónimo únicamente de una sonrisa perfecta. Hablamos de corregir la funcionalidad de los dientes y la mandíbula. Es decir, no sólo conseguir dientes alineados sino que sean funcionales.
Siguiendo esta filosofía, se desarrolló la ortopedia bucal para los niños más pequeños. Consiste en guiar el crecimiento de los dientes ya sea con pistas de planas o aparatos como disyuntores (para expandir la mandíbula), Klammt (lo que nosotros llamamos el gimnasio en la boca) o posicionadores.
Y ahora empezamos a escuchar sobre la ortodoncia para bebés. Especialmente útil para los bebés prematuros, por ejemplo, cuya circunstancia puede llevarle a sufrir de:
– Arcadas que no encajen entre ellas (maloclusión), generando bruxismo, problemas en la articulación bucal, etc.
– Los dientes de leche y definitivos podrían tardar mucho más en salir, y es posible apiñamientos.
– El tamaño de sus dientes suelen ser más pequeños.
– Pueden tener el paladar alto y estrecho, que afecte en el futuro al habla por ejemplo.
– El esmalte de los dientes probablemente sea más débil, lo que les hace más propensos a sufrir de caries o hipoplasias.
Cualquiera sea el caso, lo cierto es que una visita temprana al dentista no sólo te dará las herramientas que necesitas para proporcionar a tu hijo el mejor cuidado para su boca y su salud, sino que te puede evitar problemas futuros y grandes gastos.
Ya no es como antes que sólo los brackets podían arreglar una sonrisa. Ahora la ortodoncia hace más que alinear los dientes.