La ortodoncia es la mejor técnica para corregir dientes torcidos, apiñados o mordidas que no encajan. Se suelen recomendar en adolescentes y adultos, pero… ¿existe alguna forma para evitar los temidos brackets? Lo cierto es que sí, y dependerá de un diagnóstico temprano.

la ortopedia dental puede corregir los problemas que llevan a necesitar ortodoncia

¿A qué nos referimos con un diagnóstico temprano?

Como saben, la Sociedad Española de Odontopediatría recomienda visitar al dentista en el primer año de vida de nuestro bebé. De esa forma la dentista de niños les puede ofrecer una guía de cómo debería ser la higiene bucal de un bebé. Si se hace de esta forma y se acude al dentista siguiendo sus consejos, la dentista tendrá más oportunidades de detectar posibles problemas bucales. Por ejemplo:

Dientes más débiles (hipoplasia), que son más propensos a desarrollar caries.

– Evitar la extracción premtaura de dientes de leche a causa de las caries. Los dientes de leche sirven de guía para los definitivos, sin ellos, es muy posible que se desvíen.

Detectar la falta de espacio en los dientes de leche, que es la principal causa de apiñamiento en los dientes definitivos.

Detectar si existen problemas funcionales como bocas pequeñas por falta de desarrollo, mordidas abiertas por hábitos poco saludables como el uso constante de chupetes, etc.

– Diagnosticar si algún diente de leche está demasiado fijo que no deja salir al definitivo, lo que podría hacer que se quede enquistado.

– Establecer situaciones como la falta de uno o varios dientes definitivos que nunca se van a desarrollar y establecer un tratamiento dental que le permita al niño tener una sonrisa perfecta.

¿Por qué decimos que la ortopedia puede prevenir la ortodoncia?

Porque si corriges los problemas de base que hace que necesites la ortodoncia (dientes apiñados, bocas pequeñas en la que no entran los dientes definitivos, dientes torcidos…), entonces no tendrás nada que corregir. Descubre los distintos tratamientos con aparatos que ofrecemos.

Claro que esta magia requiere de mucha colaboración por parte de los padres y del propio paciente. Y, como en todo tratamiento, los resultados no pueden asegurarse. La edad a la que se empiece el tratamiento, el cumplimiento con los ejercicios e indicaciones de la dentista, etc… afectan el resultado final.

Y si crees que tu hijo tiene demasiado miedo al dentista para algo como ésto , danos una oportunidad y te sorprenderemos. Verás como tu peque te pedirá venir al dentista.

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