Foto de Maria Beatriz Letelier B

Y … me lavaré los dientes. Foto de Maria Beatriz Letelier B

Cultivar los hábitos para una buena higiene bucal desde una edad temprana es clave para que nuestros hijos disfruten de una buena salud bucal en su prometedor futuro, evitando caries, halitosis, problemas en las encías…Y esto no tiene que ser aburrido. Se pueden inculcar con canciones, juegos, utilizando a sus superhéroes favoritos. Sin olvidar que el mejor ejemplo es que los padres se cepillen los dientes junto a ellos.

¿Pero cuáles son esos hábitos básicos?

Lavarse bien las manos con agua y jabón: Parece una tontería o algo demasiado lógico, pero es crucial no sólo para la salud bucal sino para todo. Las manos son nuestras principales herramientas.

Enjuágate la boca antes del cepillado: esta acción permite eliminar los restos de comida, y reduce la posibilidad de que la comida se pegue a las cerdas del cepillo. Asimismo, aprovecha para lavar tu cepillo antes de la sesión.

Elige bien el cepillo de dientes: el principal elemento que define la calidad de un cepillo es el grado de suavidad y la cantidad de cerdas. Opta por los suaves con por lo menos cinco mil cerdas. Recuerda cambiar el cepillo cada dos o tres meses.

El baile del cepillo: recuerda, son movimientos circulares en cada lado del diente, tanto el exterior como el interior.

La lengua también es importante: ayuda a evitar la halitosis, que está vinculado con la presencia de un tipo de placa formada en la lengua.

El cepillo necesita cuidados: al terminar la sesión, limpia el cepillo con agua corriente. Ayuda a evitar que restos de comida se queden en los cepillos.

Posteriormente, cuando los niños crezcan, les podemos enseñar el hilo dental y los enjuagues bucales. Pero para saber cuándo es el mejor momento, es recomendable que consultes a tu dentista.

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