Puede que el cambio de estaciones sea más rápido que el propio ciclo de vida de los dientes, pero no es difícil distinguir cada etapa. Por ejemplo, no te recuerda la aparición de los primeros dientes a la primavera, o el deterioro de la dentadura a la tercera edad al otoño.
Rumbo a la primavera
Los dientes de una persona comienzan su «vida» alrededor de los dos meses después de que un bebé es concebido. Como pequeños brotes, crecen bajo la mandíbula que está en pleno desarrollo. Diez pequeñísimas piezas crecen en la parte superior y otros diez en la parte inferior. Los que conocemos como dientes de leche.
Cuando el bebé nace, sus encías ya tienen los dientes que están por salir. Esto sucede entre los seis meses y hasta poco más de un año. Como las flores, no existe una fórmula fija para la aparición de los dientes de leche, depende de cada niño.
Llega el verano
Los dientes de leche se mantiene en la boca hasta aproximadamente los seis años de edad. Sin embargo, el trabajo bajo las encías empiezan a aflojar a las pequeñas flores, para hacer espacio a los dientes permanentes. Es un proceso largo, que puede durar hasta los 12 años, aproximadamente. Los 28 dientes permanentes reemplazarán a los 20 dientes primarios y a la edad de 21 años, aparecerán cuatro muelas del juicio.
¿Dónde está el otoño?
A diferencia de las estaciones, el verano de los dientes es muy largo y se mezcla de forma inconfundible con el otoño. La edad, la rutina diaria, los hábitos de higiene pueden afectar en gran medida la salud de los dientes. Sin embargo, hay algo que no cambia: el paso del tiempo. Con el paso de los años, los dientes al igual que las personas van envejeciendo. Las piezas dentales se vuelven más propensos a las caries, son más vulnerables a las enfermedades periodontales, etc. Nos encontramos con las señales del otoño, pero podemos evitar la caída de los dientes y el frío invierno.
Por un invierno que nunca llega
Con el desarrollo de la ciencia, las técnicas odontológicas y una mayor conciencia por parte de todos nosotros sobre la importancia de la salud bucal, es posible retrasar el otoño/invierno de nuestros dientes. Si te cepillas los dientes correctamente, usas hilo dental y enjuagues, y visitas a tu dentista regularmente; tienes mayores posibilidades de evitar la «muerte» evolutiva de los dientes viejos. Es decir, la caída de las piezas dentales.
PD: La foto de este artículo es de Gonzalo Iza, y fue galardonada con el 1er premio en Zumarraga 2009.
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