Ahora que estamos en carnavales, con su fiesta y sobre todo sus máscaras y disfraces, he recordado que en odontología los dientes a veces también necesitan de ciertas «máscaras».Hablamos de la funda dental.
Se trata de una prótesis dental fija que se coloca directamente sobre el diente natural. Es como un chubasquero que nos ponemos cuando va a llover.
Con esta técnica conseguimos, por un lado, un diseño estético del diente que mejora la sonrisa original del paciente. Y por otro, se protege al diente después de la endodoncia o de fisuras en su superficie que lo debilitaban.
¿Qué tipos de fundas dentales hay?
Hay varios tipos de fundas dentales, dependiendo del material y tecnologías utilizadas en su elaboración.
Tenemos la funda dental metal porcelana: la parte interior de la funda es de metal, y la exterior de porcelana para imitar la tonalidad de los dientes naturales. Este tipo de fundas tienen un problema, y es que con el tiempo las encías tienden a retraerse, haciendo visible el metal interior.
También están las fundas dentales de cerámica: son el material menos resistente en comparación con los anteriores, pero su acabado estético es muy bueno.
Por último, están las fundas dentales de circonio: son las más recomendables por los dentistas ya que ofrecen un acabado estético excepcional, una resistencia muy alta y se adaptan a la perfección.
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