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Imagínate, estás en la playa con tus amigos y/o familia y acabas de tener una almuerzo increíble… pero que te ha dejado un poco de mal aliento :-O ¿Qué haces? Tranquil@, hay una par de medidas de emergencia que te serán de gran utilidad:

– Una boca seca es el cielo para las bacterias que causan el mal aliento, así que busca un grifo y enjuaga tu boca con agua. El agua desplazará temporalmente la bacteria y hará que su aliento sea un poco más apetitoso.

– Cuando termines tu almuerzo o cena, mastica las ramitas de perejil que quedaron en el plato. El perejil es rico en clorofila, un conocido desodorizante bucal con cualidades para combatir los gérmenes.

– Busca una naranja. El ácido cítrico que contiene le estimulará las glándulas salivales y estimulará el flujo de saliva refrescante del aliento.

– Raspa tu lengua sobre los dientes. El objetivo es eliminar las bacterias que pueden cubrir tus piezas y que fermentan proteínas. Esto último produce gases que huelen mal.

– Si tienes una cuchara de metal o de plástico cerca, empléala como raspador de lengua. Para hacerlo con seguridad, coloque la cuchara en la parte posterior de su lengua y arrástrela hacia adelante. Repítalo cuatro o cinco veces. También raspe a los lados de la lengua con el mismo movimiento de atrás hacia adelante.

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