Puede que la placa dental parezca a simple vista algo insignificante, pero puede provocar muchos problemas si no la eliminamos.
La placa es una fina película de bacterias que se forma en y entre los dientes por la falta de la higiene bucal. Con el tiempo, esta acumulación conduce a la inflamación e infección de las encías (gingivitis), que a su vez puede llevar a una periodontitis, con la pérdida potencial del diente.
Pero los peligros de una pobre higiene bucal van más allá. Un reciente estudio realizado en Suecia concluyó que la placa dental persistente incrementaba en un 79% el riesgo de muerte prematura, incluso tomando en cuenta otros factores de riesgo importantes. Asimismo, estudios pasados han demostrado que la ifección e inflamación que causa la placa está asociada a unos cinco tipos de cáncer y a enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, a finales del año pasado una investigación realizada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, encontró que las bacterias orales parecen jugar un papel en el desarrollo de la infección pulmonar conocida como neumonía. Han descubierto que antes de sufrir neumonía se observa cambios en la composición de las bacterias bucales. Mantener los niveles neutrales de dichas bacterias a través de una buena higiene bucal puede ser un paso en favor para evitar la neumonía.
«Ya han sido bien documentados los vínculos sistémicos entre la enfermedad de las encías y la salud general y mantener una buena salud oral puede realmente prevenir las enfermedades«, comenta Nigel Carter, presidente de la Fundación Británica de Salud Dental.
«Simplemente necesitas cepillar tus dientes durante dos minutos tres veces al día usando una pasta de fluoruro, limpiar bien las zonas interdentales con cepillos o hilo interdental, reducir los alimentos y bebidas azucarados y visitar a tu dentista regularmente», comenta Elízabeth Recarte, odontopediatra y odontóloga general en la clínica familiar Dentikids.
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